sábado, 31 de agosto de 2013

El derecho a la ciudad


Entre los intereses intelectuales del filósofo Henri Lefebvre, quien aportó como crítico-teórico principalmente con sus análisis sobre la modernidad y la vida cotidiana; se encontraron los problemas de urbanización y territorio, presentando a la ciudad como el corazón de la insurrección estética contra lo cotidiano.1 Para él, el ser humano tiene necesidades sociales antropológicas que no son tomadas en cuenta en los estudios y reflexiones teóricas sobre la ciudad, particularmente en el urbanismo; pues considera que este se encuentra separado de la reflexión teórica refugiándose en lo pragmático. Según Lefebvre, la necesidad de lo imaginario es olvidada por el urbanismo y frente a los problemas urbanos, formula particularmente la necesidad de la afirmación de un nuevo derecho: el derecho a la ciudad.


Para Lefebvre el derecho a la ciudad se  manifiesta como una forma superior de todos los derechos. Esto implica nociones como el derecho a la libertad, a la individualización en la socialización, al hábitat y al habitar. Asimismo, complementa la idea implantando el concepto de derecho a la obra -como actividad participante- y el derecho a la apropiación. Afirma también, que el derecho a la ciudad es uno de los derechos en formación de la sociedad urbana, el cual comienza sobre las ruinas de la ciudad antigua (Lefebvre 1978).2

Entre los principales derechos sugeridos por Lefebvre están: el derecho al trabajo, a la instrucción, a la educación, a la salud, al alojamiento, al ocio y a la vida.  El derecho a la ciudad, sin embargo se constituye no como derecho a la ciudad antigua sino a la vida urbana,  a la centralidad renovada, a los lugares de encuentro y cambios, a los ritmos de vida y empleos del tiempo que permiten el uso pleno y entero de estos momentos y lugares, en resumen el derecho a la ciudad es el derecho de habitar y vivir la ciudad en su totalidad, ya que “todos tenemos el derecho de poder vivir la ciudad, de hacer uso del  espacio. La vida  urbana supone encuentros, confrontaciones de diferencias, conocimiento y reconocimientos  recíprocos, maneras  de  vivir y patrones  que coexisten  en  la ciudad”. 3

Por otro lado -complementando la idea-, Borja sostiene que los valores  relacionados  a  la ciudad tales como: la libertad, cohesión social, protección y desarrollo de los derechos individuales, de expresión y  construcción de identidades, de democracia participativa y de igualdad entre los habitantes;  dependen  principalmente  del  estatuto  de ciudadanía,  sin  embargo  esta  debe  ser  más  que  un simple reconocimiento formal. Para ello los habitantes deben ejercer activamente su rol activo dentro de la ciudad y tener un pleno reconocimiento de estos derechos; por lo tanto el derecho a la ciudad, está sujeto a la forma en la que funciona la ciudad, ya que esta debe ser un espacio público tanto en un sentido físico como en sentido político y cultural. (…) Y también de que la ciudad funcione realmente como espacio público en  un  sentido  físico  (centralidades,  movilidad  y accesibilidad  socializada,  zonas  social  y  funcionalmente diversificadas, lugares con atributos o significantes) y en un sentido  político y cultural (expresión y representación colectiva, identidad, cohesión social e integración ciudadana)”.4

En ese sentido, podemos destacar la importancia del espacio público como una condición básica para el ejercicio de la ciudadanía;  en consecuencia el  derecho  al  espacio  público  de  calidad, es  un  derecho fundamental para la sociedad.


LA CIUDAD VIVA _aldo van eyck_500x500 - STEPIENYBARNO

    © Playgrounds de Aldo Van Eyck


Citas:
1. LEFEBVRE, Henry. (1978).
2. LEFEBVRE, Henry. (1978).
3. LEFEBVRE, Henry. (1978).
4. BORJA. (2003: 22).

domingo, 11 de agosto de 2013

Qosqo












 © RAQUEL MALDONADO PIZARRO

Urubamba, Ollantaytambo, Aguas Calientes, Cusco - Perú, 2012.

martes, 6 de agosto de 2013

Usos mixtos y adaptación


“Cuando la dinámica es caótica, solamente se puede predecir el estado futuro del sistema si conocemos con precisión infinita las condiciones iniciales. Pero se requiere una memoria infinita para guardar un solo número con precisión infinita. En resumidas cuentas, inteligencia considerable no podría siquiera iniciar el proceso. (…) Cuando la dinámica de un sistema se vuelve caótica existe una interrelación entre el grado de precisión con que conocemos su estado actual y el plazo de tiempo con que podemos predecir –con detalle-, que es lo que el sistema hará.” 1 El paradigma de la teoría del caos –asociado a sistemas dinámicos inestables- parte de la premisa de la extrema complejidad, siendo su principal característica la dependencia sensible a las condiciones iniciales, afirmando que partiendo de dos estados iniciales similares, el sistema caótico puede desarrollarse de maneras radicalmente opuestas, es decir; la más mínima fluctuación puede provocar cambios importantes en toda la estructura de los sistemas. En ese sentido, el caos abre una posibilidad de mutaciones y transformaciones.

En las últimas décadas –llámese revolución informacional, globalización o la era del conocimiento-, la conciencia del caos se ha hecho notable en los estudios de las órdenes de la naturaleza, la vida y la sociedad; interpretado genéricamente como la impredictibilidad de los sistemas. (Holland, 1995) Apoyado en la teoría evolutiva de la adaptación de las especies al medio en el que viven, la ciudad puede ser considerada un sistema complejo adaptativo (SCA) (Holland, 1995), puesto que las estructuras que conforman la ciudad –los fenómenos urbanos, sociales, culturales o políticos-, son estables pero no estáticos; cambian y se transforman por su naturaleza, y esto con el fin de mantenerse, de no morir.

Además, “…un sistema complejo adaptativo (SCA), puede modificar su comportamiento para adaptarse a los cambios en su entorno.” 2 Se considera que todos los SCA, están constituidos por grandes números de elementos activos, diversos en formas y actividades. Aquí, se entiende el concepto de aprendizaje y adaptación, como el “…proceso por el cual un organismo se amolda a su medio ambiente, en esto está la experiencia que guía sus cambios y con el paso del tiempo hace mejor uso del medio ambiente para alcanzar sus fines.” 3 Entonces, los sistemas complejos adaptables son sistemas compuestos por agentes que interactúan por ciertas reglas; las mismas que se adaptan, cambiando cuando adquieren experiencia.

La simbiosis de la teoría con la práctica urbana es reveladora. Todo parte de la reflexión teórica de admitir características de SCA a la ciudad -como organismo-, y este progreso imparable de la teorización; lleva directamente asociado un cambio radical en las posibilidades de la arquitectura -considerada parte fundamental de la formación de la estructura de la ciudad-. En ese sentido, tanto la mixtura de posibilidades en la arquitectura como en materia de urbanismo, parten de una premisa de adaptabilidad. La experiencia adquirida es una causal para la mutación de los agentes, los cuales llevados a los procesos tangibles del desarrollo de la ciudad; se evidencian con sus características de mutación y transformación, realizadas en ese caso, por los agentes –ciudadanos- que al adquirir cierta experiencia –necesidad insatisfecha-, tienden a adaptarse a los nuevos procesos, buscando “…el mejor uso del medio ambiente para alcanzar sus fines”. 4 En ese sentido, podemos identificar elementos de la urbe que responden precisamente a las características de estas mutaciones, que llevadas al dialecto técnico se ven reveladas por las concepciones de informalidad –entendiéndose que no caben en los parámetros urbanos por su origen caótico-. Lo cierto es que las nuevas posibilidades de concebir arquitectura, encuentran su origen en estos fenómenos urbanos y nacen como respuesta a estas necesidades insatisfechas, las cuales han sido el principal punto de quiebre del urbanismo moderno.

Es bajo el imparable proceso de globalización contemporánea que, surgen los edificios híbridos o de uso mixto, que desde su concepción pretenden ser edificios adaptables a los fenómenos urbanos de la ciudad, entendiendo que los agentes que conforman la ciudad, están en constante movimiento y mutación, se pretende atender la mayor parte de necesidades de un grupo de individuos, concentrando estas actividades –basado en estudios de contexto y experiencia urbana- en un solo edificio. El uso mixto se trata de la retención o la creación de una mezcla de diferentes usos en ciudades o barrios. El aumento de la mezcla de usos está pensado para reducir la necesidad de viajar, reducir la probabilidad de la delincuencia, mejorar el ambiente y el atractivo de las zonas y contribuir a la sostenibilidad de las ciudades. 5

Asimismo, y dependiendo del contexto urbano bajo el que se proyecten, conjugan –entre otros- usos de: vivienda, oficinas, comercio, hotel, instalaciones de uso compartido como gimnasios, teatros o salas de exposiciones, además de una gran cantidad de estacionamientos, abriendo la posibilidad de interacción en diferentes escalas. Por otro lado, el concepto implica la participación en conjunto de la iniciativa privada y pública en materia de promoción de vivienda, espacio público y equipamiento; asimismo da respuesta a cuatro problemas presentes continuamente en nuestra sociedad: la escasez y el valor de la tierra, la necesidad de intensificar los usos del suelo, contribuir al desarrollo sostenible y la necesidad de densificar los usos para revitalizar los centros urbanos. Además, la intimidad de la vida privada y la sociabilidad de la vida pública, encuentran en estos edificios, una plataforma para desarrollarse eficientemente.

Si bien la mezcla de usos existe desde la antigüedad, la combinación del incremento del precio del suelo, más la llegada del acero estructural y el ascensor, fueron el detonante para que los edificios se relacionen entre sí y comiencen a compartir funciones. De esta forma el grado de concentración y combinación sirve para activar los usos del edificio y sobre todo del tejido urbano que lo rodea. Lima comparte con el resto de ciudades contemporáneas el proceso de densificación, el alza del precio del suelo, y la búsqueda del máximo rendimiento de los lotes, pero esto se combina con un fenómeno particular de la ciudad latinoamericana que es la informalidad y la economía espontánea. Esta condición ha hecho que la tipología surja de una manera única en Lima, el cual merece ser estudiado y a través del entendimiento de sus lógicas, explorar nuevas respuestas arquitectónicas y urbanas. 6

Finalmente, la importancia de los usos mixtos en las políticas de recuperación de los Centros Históricos –precisamente por sus características de densificación urbana y de usos-, basados en la experiencia internacional; ha significado la utilización pública de los usos sin limitarlos exclusivamente a los residentes, como señala el artículo del Real State Market: “quienes han tenido la oportunidad de viajar a Europa han sido testigos de lo que ocurre en algunas ciudades, por ejemplo en Barcelona o en Berlín, que han recuperado su antigua majestuosidad gracias a eficientes políticas públicas que desarrollaron como arma principal el rescate de sus zonas centrales.” 7 Este tipo de estrategias, además de permitir el rescate de espacios urbanos de innegable valor histórico, tienen como finalidad incrementar la densidad del uso del suelo, y también de grupos sociales y actividades segregadas, 8 en ese sentido, la inserción de estos conceptos en los modelos extranjeros, ha sido el punto de partida para estrategias de alcance regional que han permitido elevar el nivel de competitividad de cada una de esas ciudades.



 © OMA Rotterdam: Stadskantoor. Edificio mutable de usos mixtos, diseñado a partir de bloques neutros.



Citas:
1. STEWART, Ian. (2002) “Does God Play Dice? The New Mathematics of Chaos". p. 358.
2. RAMMEL, C; STAGK, S. y WILFING, H. (2007) “Managing complex adaptive systems - A co-evolutionary perspective on natural resource managment". Ecological Economics, p. 10.
3. HOLLAND, Jhon. (1995) “El orden oculto de como la adaptación creo complejidad". México, FCE, 2004. p. 17.
4. Idem, p. 35.
5. COUPLAND, Andy. (1997) “Reclaiming the city: mixed-use development". Ed. London E&FN, Spon.
6. KAHATT, Sharif; MORELLI, Marta. (2013) “Edificios Híbridos en el Centro Histórico de Lima". PUCP, FAU. Primera Edición. p. 33.
7. REAL STATE MARKET. México. “Grandes metrópolis internacionales dominadas por los usos mixtos".
8. GRANT, Jill. (2005) “Mixed use in theory and practice: Canadian Experience with implementing a planning principle". Dialogues in urban and regional planning I, London. pp. 15-35.